miércoles, 30 de marzo de 2016

Reflexión sobre las notas de la 2º evaluación



                                                            REFLEXIÓN
Cuando oígo a mis padres hablar sobre los esfuerzos que han tenido que realizar para salir adelante, y frases como vosotros lo tenéis mucho más fácil. Yo me pregunto, ¿es cierto?¿ No dirían lo mismo mis abuelos, a sus hijos, y mis bisabuelos a mis abuelos? ¿No será que el mundo es cambiante, que sobre los jóvenes de hoy no se pueden aplicar métodos tradicionales, porque están destinados al fracaso?
Yo no se que significa que lo tenemos más fácil, yo diría que vivimos en otro mundo, en el que las nuevas tecnologías conviven con nosotros,  y sobre las que parece que tenemos una inteligencia especial, porque sin darnos cuenta ponemos a funcionar cualquier aparato,  cuando  sin embargo generaciones como las de mis padres, se pasan horas leyendo el libro de instrucciones. Es verdad que no nos falta de nada, bueno ¿nada? ¿Comparado con qué? Muchos padres trabajan mucho y apenas tienen tiempo para estar con sus hijos, y reemplazan el cariño y afecto con cosas materiales, eso es tenerlo más fácil? ¿Por qué los jóvenes de hoy en día están tristes?  ¿Qué está fallando? Eso es lo que nos debemos preguntar.
En cuanto a la picardía, remontémonos al Lazarillo de Tormes, ejemplo de la picardía española, que siempre ha existido y siempre existirá, porque como dice mi tía que es profesora, quien si encuentra a alguien copiando, le suspende automáticamente y le dice que se está haciendo daño a si mismo, y riéndose de sus compañeros, pero también les repite una  y otra vez cómo era la educación antiguamente, niños que pasaban a ser educados para la guerra y desde pequeños les ponían las cosas muy difíciles, y apenas les daban comida y ropa, por lo que se veían obligados a robar para sobrevivir, y es curioso, no estaba castigado el hecho de robar, sino el que te encontraran haciéndolo. Con esto quiero decir que la picardía siempre existirá, y cada uno deberá actuar según su conciencia. 
Y en cuanto, a nuestro esfuerzo, ¿no será que nos hacen falta otros estilos de sistemas educativos?

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